martes, 25 de febrero de 2014

Promociónate con cupones de descuento

                             
La entrega de cupones de descuentos es una técnica simple e infalible dentro del marketing.
En la actualidad, se ha convertido en uno de los elementos que más popularidad acapara al momento de comprar. Por tal motivo, los cupones de descuento pueden ser una herramienta promocional muy efectiva para llegar al segmento del mercado al que te diriges y para vender tus productos.
Éstos pueden ser utilizados como una promoción económica para la introducción de su producto en el mercado. Dando muestras gratis o cupones de descuento puedes conseguir clientes fieles quienes primero prueban tu producto de forma gratuita o con un descuento en su precio original.
En el sitio Marketing Directo publican los consejos de expertos consultados por la revista Acquisa. Éstos te serán muy útiles para emprender una correcta campaña de marketing. Toma nota:
1. Es preciso definir claramente objetivos y medios de distribución.
2. Las acciones en las que se emplean varios canales de distribución demuestran ser más efectivas.
3. El producto debe estar representado gráficamente en el vale de descuento.
4. Resulta imprescindible cuidar la presentación del cupón (con indicaciones precisas de cómo utilizarlo, perforando el papel para su fácil retirada por parte del cliente, etc.).
5. El vale debe incluir un listado de los productos a los que se aplica el descuento y las fechas de validez del mismo.
6. Los descuentos deben ser atractivos (al menos un 20% de rebaja con respecto al precio original).
7. La validez del cupón debe ser lo suficiente amplia (no únicamente durante un día o unas horas).
8. La efectividad de los vales personalizados es fácilmente mesurable.
9. El canje de cupones de descuento aumenta si éstos pueden ser utilizados con inmediatez en lugares cercanos para el cliente.

Informacion extraida de soyentrepreneur

sábado, 8 de febrero de 2014

El descuento y la fidelización ¿realidades compatibles?


Mantener un cliente es más rentable que ganar uno nuevo. Este es uno de los principios más fácilmente asimilables por las empresas a la hora de hacerles ver la importancia del marketing relacional frente al transaccional.

Como consecuencia de lo anterior, miles de empresas en todo el mundo han incorporado a sus estrategias de marketing acciones que no tienen un objetivo claro de conversión, sino que buscan simplemente mantener esa relación con el cliente a largo plazo, considerándose los momentos en que se produce una venta como hitos de esa relación.

El enfoque relacional exige adicionalmente que nos aseguremos de que la experiencia del usuario con nuestro producto o servicio resulta satisfactoria, ya que es el primer e imprescindible paso para fidelizar al cliente. Me explico:

Desde el punto de vista transaccional la empresa debía hacer llegar su oferta al cliente y conseguir que la escogiera entre las demás. De esta forma, la publicidad, la distribución y la fuerza de venta resultaban las claves absolutas para tener éxito. Por otra parte, un cliente que ya había comprado no recibía un trato distinto de otro que aún no, ya que se trataba de un ciclo que se iniciaba cada vez.

Desde el punto de vista relacional, el objetivo era responder en todo momento a las expectativas del cliente de forma que su experiencia con nosotros fuera plenamente satisfactoria no sólo cuando estamos en el proceso de compra, sino cada vez que se acerca a nosotros. Así, un cliente que ya ha comprado recibirá asesoramiento, incentivos, o la incorporación a un club, con el fin de que actúe como prescriptor y, sobre todo, consigamos incrementar la tasa de recompra.

Lo anterior me lleva al título de este post. ¿Qué ocurre cuando el único motivo por el que alguien llega hasta nuestro establecimiento es un cupón de descuento?

Si tenemos un enfoque transaccional, nos preocupará únicamente responder a lo que ha contratado y tratar de que no se quede sólo ahí, sino que compre algo más. Pero no buscaremos trascender más allá. El cliente, ese u otro, volverá con una nueva oferta.

Si tenemos un enfoque relacional, deberíamos tratar igualmente de asegurarnos de cumplir sus expectativas, pero además tendremos que esforzarnos por crear una relación a través de una tarjeta de fidelización, algún incentivo para conseguir sus datos y mantener el contacto con él en base a aportarle valor de forma continuada para que estemos en el top de marcas que considera cada vez que decide dónde ir.


La pregunta a la que no tengo respuesta es ¿suele ocurrir así? ¿solemos volver a un establecimiento al que hemos llegado por un cupón? ¿estamos dispuestos a pagar por lo mismo un precio más alto cuando ya no hace ofertas? 

Las compañías de cupones dicen que sí, estos son los datos que al respecto he encontrado en 
rivassanti.net:

“Según las empresas de descuentos la Fidelización es posible.
• “El 56% de los usuarios que utiliza un servicio en Groupalia volvería a hacerlo a un coste real.
• En LetsBonus, el índice de repetición de ventas “ronda el 25%, dependiendo de la categoría.
• LetsBonus: “Nuestros estudios indican que los clientes gastan, de media, un 30% más que el valor del cupón descuento”.”

Informacion extraida de pizcos.net